Uno, dos, tres. El viento marea las ilusiones. Tres, cuatro. Un hielo se quiebra en lo movedizo del silencio. Cinco, seis, siete. La distancia tiene perfume a canciones vetustas.
(Entonces una tormenta se desdibuja en el desierto.
Entonces la flor más bella más roja más intensa se deja volar)
Y un grito cerrado estalla los vidrios de un corazón.
Respuesta: cosas que se quiebran.
Los domingos se quejan de mí porque yo me quejo de los domingos.
Mi amiga, la flor santafecina mas bella mas roja y mas intensa se deja volar...
ResponderEliminarRomy! Qué linda, perspicaz y filosa eres. Te abrazo, río de por medio.
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